La elaboración de la cerámica se lleva a cabo estrictamente en nuestros laboratorios de Caltagirone, la ciudad de la cerámica por excelencia, siguiendo las antiguas técnicas artesanales y respetando los tiempos y métodos de las diferentes fases, realizadas sabiamente por hábiles artesanos.

A continuación se muestra una breve descripción de las distintas fases:

MODELADO:

La creación de nuestra cerámica comienza con la arcilla, una materia prima natural y versátil que, con la destreza de un maestro alfarero, se moldea para dar forma a piezas únicas de diversos tamaños. Utilizando el torno, una herramienta antigua y fascinante, nuestro artesano transforma la arcilla cruda en una obra de arte.

Cada objeto resultante de este proceso no es solo una pieza de cerámica, sino una obra de arte que lleva consigo la historia y la tradición de la cerámica de Caltagirone. La habilidad de nuestro alfarero, combinada con la calidad de la arcilla y la antigua técnica del torno, crea piezas únicas e irrepetibles, testimonio de la pasión que ponemos en nuestro trabajo.

EL SECADO:

Después del modelado, cada pieza de cerámica se deja secar, un paso crucial para preservar su forma y estructura antes de la cocción.

PRIMERA COCCIÓN:

Una vez perdida toda el agua, los objetos están listos para una primera cocción que se realiza en hornos a unos 1000°C.
El objeto pasa así de la capa cruda a la cocida (galleta) y queda listo para la siguiente fase.

ESMALTADO:

Los objetos se sumergen en cubas de esmalte líquido. Gracias a la porosidad de la superficie, el esmalte se adhiere, preparándolos para la coloración.

DECORACIÓN:

Una vez esmaltados, los objetos están listos para la fase artística más fascinante: la decoración. Aquí, artistas expertos utilizan pinceles y colores en polvo diluidos en agua, transformando cada pieza de cerámica en una obra maestra única.

Con movimientos precisos y creativos, los decoradores pintan hermosos diseños y patrones, dando vida a obras de arte que reflejan la auténtica tradición con sabor siciliano.

SEGUNDA COCCIÓN:

Una vez finalizada la fase de decoración, nuestros objetos están listos para la segunda cocción, un proceso crucial que consolida la pintura y los esmaltes. Esta cocción se realiza a una temperatura de entre 900 y 970 °C, óptima para dar estabilidad y durabilidad a los materiales.

A esta temperatura, se produce un fenómeno llamado fusión entre el esmalte y la arcilla, esencial para la creación de nuestra cerámica. Durante esta fusión, los esmaltes se unen a la arcilla, creando una superficie lisa y brillante que caracteriza cada una de nuestras piezas. El resultado final es un producto de alta calidad, con un brillo único.

Este enfoque artesanal de la producción, combinado con el uso de materiales de alta calidad y técnicas tradicionales, garantiza que cada pieza de nuestra colección sea hermosa a la vista y también duradera.

Algunas fotos para los más curiosos:

Escultura o busto de arcilla elaborado cuidadosamente con herramientas de escultura.